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sábado, 12 de diciembre de 2009

PASOS PARA EL REGRESO A CASA.





Es posible que tu exclamación sea: “Otro loco más”, pero lo que quiero decir al pronunciar “YO SOY DIOS” es que empieces a aceptar que esa fuerza y esa energía está dentro de ti, en tu interior.



Obviamente si la energía, “DIOS”, está en todo, debe estar dentro de ti, pero la mayoría no tienen idea de lo que significa “DIOS”, lo externalizan y crean un Dios fuera de sí mismos al usar el intelecto para comprender a Dios, dicen esto o aquello es Dios, el dinero es Dios, cualquier cosa es Dios, Dios está en… pero esa energía está dentro, debes internalizarla, debes aceptar que fluye dentro de ti, si la sigues percibiendo fuera no la puedes usar apropiadamente, una vez que deje de ser un concepto intelectual es cuando puedes avanzar, en ésta medida un asombroso cambio será experimentado en tu vida.


Por tanto, debes aceptar el concepto “YO SOY DIOS”. Parecerá egoísta, pero no estás aceptando la idea para hablar de ella, para mostrarla, para conseguir admiración por tus cualidades divinas, estás interiorizando la idea silenciosamente, aceptando que la energía Dios está en ti como un sentimiento espiritual.


Si usas el concepto DIOS fuera de ti, estás diciendo que no tienes poder sobre tu destino, significa que no crees que puedas crear energía y hacer diferencias, que no puedes entrar en acción para orientar y cambiar tu destino, no puedes creer en prosperidad.


Otra parte de este proceso es respetar el punto de evolución en el que te encuentras, esto significa aceptar el lugar en el que estás... luchar contra las circunstancias o quejarte de ellas, creyendo que eres menos privilegiado que otros, disgustarte por creer que no tienes la fuerza es malgastar tu energía y una falta de respeto a tu espíritu. Es una pérdida de tiempo. Si te decides a aceptar esa fuerza en ti, empieza por aceptar las circunstancias en las que te encuentras, sabiendo que todo puede mejorarse y que las cosas cambian, que aquello que no puedes cambiar, es que no necesita ser cambiado, sólo debes entenderlo, sólo debes ir más allá, no preocuparte por ello.


Así, observa a las personas que te rodean: si las consideras “negativas”, desde tu concepto, reflexiona y aprende a verlas como tus maestros. Agradece a la Divinidad el haberlas puesto allí para que comprendas y aprendas que todo es parte de tu creación. Aprende que nada es bueno o no bueno, que las energías actúan de acuerdo a tu calificación y en el momento en que dejas de prestar atención a esas circunstancias, ellas desaparecen. Lo importante es analizar y encontrar el por qué de ellas, están ahí para enseñarte que nada es real. Al comprenderlo, no vivirás otra como ella ni las que pueden derivarse de la misma, todo está encadenado, es la misma energía. Y lo hermoso es que la energía acepta la calificación que tú le das para luego retornar y enseñarte que esa energía, DIOS, es neutra, pero hasta que lo entiendas seguirás viviendo lo que estás creando.

“Si continuas sembrando
siempre la misma semilla,
recogerás siempre
la misma cosecha”.



Cambia tus semillas, tus pensamientos y cuando menos te des cuenta, las semillas serán otras, positivas, llenas de vida, de luz. Es entonces, cuando has llegado a casa. Es cuando miras a DIOS en todo. Es cuando comienzas a ser DIOS.




ESE ES EL SEGUNDO NACIMIENTO.
 LA SEGUNDA VENIDA.